martes, 5 de octubre de 2010

Narrador

Leer siempre me ha puesto en un mood extraño, como si hacerlo despertara una de las tantas voces que hay en mi cabeza y cuya característica es narrar los eventos de mi vida (presentes o pasados) del modo en que lo haría el narrador del libro que leo.

Regularmente me gusta leer novelas donde puedo proyectarme, o de perdida que tengan una historia interesante. Si resulta ser de las primeras entonces la novela debe tener como personaje principal a un sujeto complicado lleno de problemas existenciales lo cual hace que la voz narradora siempre tenga una actitud melancólica.

La recomendación de Elza con respecto a Emil Ciorán resultó ser lo que necesitaba para retomar mi olvidado hábito de la lectura. También fueron la causa de que en la oficina sospechen de que "soy emo" debido a que mis compañeros hojearon el citado libro y notaron el pesimismo contenido en él. De cualquier modo estoy muy agradecido por la recomendación ya que con ello rompí ese limbo de acción en el que me encontraba y por lo menos ya estoy avanzando en algún aspecto.

También he retomado el ejercicio, de momento únicamente corro 5km pero me preparo para vencer a un par de sujetos de mi oficina dentro de dos meses en una carrera de 10km. El haberlos retado es parte de mi estrategia para forzarme a entrenar, si no tengo una motivación en menos de una semana lo habré dejado nuevamente.

La voz narradora me dió la idea de escribir un libro. Aún no se de qué, seguramente una novela donde el personaje principal sea un sujeto con problemas existenciales con el que pueda proyectarme como las que me gustan. Tengo basura suficiente para armar una novela de mediana calidad, sólo tengo que acomodarla.

Llegó el momento de dejar de escribir y salir a correr porque corro el riesgo de quedarme aquí toda la noche y empezar a romper mi propósito a dos días de haber comenzado.

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