miércoles, 22 de diciembre de 2010

Pudo pero no fue

He estado queriendo postear pero nuevamente las musas me han abandonado. Traigo muchas ideas en la cabeza y no puedo ponerlas en orden. Creo que es culpa de la época. La inspiración me llegó el día de hoy proveniente de B., sí, la B. con quien tuve mi primer beso.

B. se aparece por mi vida aproximadamente 1 vez al año, este año ya se había tardado. Regularmente me busca para que le levante el ego, cosa que siempre hago porque por alguna razón encuentro divertido que mis comentarios guarros le parezcan halagadores. En esta ocasión la mujer bajó bastante de peso y creo que está en la mejor forma que le recuerde así que conociendo el ritual al que estoy atado le comente: "pues si te ves bastante sabrosa", lo cual ella contestó con un "¿tu crees?" fingiendo dudar de mi dicho.

No se en qué momento me convertí en la clase de amigo que soy para B.: ella me tiene en la lista de velitas que tiene a su disposición pero estoy en un nivel donde no figuro en la lista de las velitas con las que tendría algo, soy una especie de amigo gay para ella y eso me incomoda un poco.

Lo que echó a andar mi cabeza fue cuando al despedirse soltó un comentario que va más o menos así: "Que mal que nos conocimos tan chiquitos, igual y si nos hubieramos conocido más grandes las cosas hubieran sido diferentes". Siento que eso equivale a decir que en algún punto de mi vida tal vez pude ser normal pero elegí la opción incorrecta...

Odio pensar en las infinitas posibilidades que habían pero que no fueron, no tiene sentido pero como me gusta abrir heridas viejas.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Tradiciones decembrinas

El viernes asistí a dos eventos: la tradicional cena de fin de año del trabajo, en casa de mi jefa, y a una fiestar organizada por uno de mis amigos locales.

En la primera todo bien, incluido el ridículo en el acostumbrado karaoke oficinista (al parecer ya tiene años esto de ridiculizarse en la cena) donde cantar "el baile del sapito" tal vez no fue la mejor idea pero le puso ambiente a la ocasión, total, no había forma de evitar cantar y que mejor que hacerlo con una ridiculez.

En el segundo vinieron los problemas, ya se me está haciendo costumbre ponerme así en los eventos decembrinos de este amigo. Sigo cometiendo errores básicos que no termino de aprender y que cuando creo que ya más o menos los controlo termino descubriendo que no. Recibí una cachetada de quien menos la esperaba y lo más triste es que todo lo que dijo hasta le sonó coherente a mi alcoholizado yo y ahora siento que una de mis voces interiores está enojada conmigo pero no se bien por qué. Nuevamente tengo una gran laguna en mi memoria, tengo perdidas lo que calculó son como de 2 a 3 horas. Lo único medio rescatable es que al menos este año ya no me fuí en blanco, sólo que no recuerdó como fue que se dieron las cosas con esa mujer aunque supongo que lo mejor es no enterarme nunca.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Ligera impresión

Tengo la ligera impresión de que la gente me percibe más "desesperado" de lo que en verdad estoy. Es eso o mis amigos tienen complejo de cupido y el único sujeto sin pareja que se cruzó por sus caminos soy yo.

Empezaré con E., quien si tiene complejo de cupido y después de lograr emparejar a un sujeto de su oficina (que describe como muy parecido a mi ya que venimos de la misma escuela y somos torpes con las mujeres) ahora se ha puesto la meta de emparejarme con M3, quien ya confesé me atrae pero no termino por ceder. Antes de eso E. ya me había presentado otras cuantas mujeres, ninguna de mi interés.

Ahora los de la oficina también se han dado a la tarea de que antes de que termine el año ya debo haberme revolcado con alguien sin importar de donde la saque. Por ejemplo, ayer los acompañé a que compraran sus regalos para el intercambio de su área (yo estoy en otro departamento) y uno de ellos, cual buen perro que es, comenzó a piropear a la señorita que les estaba vendiendo baratijas en uno de esos puestos que hay en los pasillos de las plazas. La señorita se mostró agradecida y siguió su trabajo. Una vez que acabo de venderles a ellos se volteó conmigo y me preguntó "¿Y usted no va a querer nada?" a lo que respondí con mi característico tono de nomeestejodiendo "No, afortunadamente yo no tengo mujer". Caminando rumbo a la salida me regañaron por no haber tomado la oportunidad de terminar el trabajo que ya habían comenzado respondiendo algo como "Si, dime que te gusta para regalártelo" o cosas por el estilo.

Hace unas semanas les entró la idea de que la asistente de Recursos Humanos es ideal para mi puesto que es una mujer tranquila, de la que no se hablan chismes y que seguramente sólo requiere de hablarle bonito para andar con ella. De entrada ya hay un problema ahí, no quiero volver a caer en una relación oficinesca. Segundo, no se quién carajos les dijo que quiero una relación. La razón por la que decidí escribir este post es porque hace unos minutos, la susodicha vino a nuestra oficina para entregar unas cosas y tenía que ver al jefe de mis amigos pero no estaba por lo que vino a nuestros lugares a preguntar por él. Ellos platicaban con ella mientras yo estaba sumido en mi amargura oficinista de todos los días cuando de pronto escuché que le dijeron que pasara a sentarse junto a mi. Me sentí como en la secundaria cuando tus amigos forzaban a la niña que te gusta para que platicara contigo o te hacían ir a la fuerza a buscarla bajo amenaza de hacerlo ellos y terminar más humillado. Al parecer ella se sintió igual porque se limitó a saludarme como siempre y terminó yendo a otro lado.

Empieza a molestarme que crean que "mi soledad" es la causante de mis problemas pero no logro hacerlos entender que no es así. Si estoy solo es porque después de tantos años he entendido que así funciono mejor y preferiría pagar por sexo antes que involucrarme con cualquier mujer sólo por seguir un modelo de perrez que jamás me ha funcionado.