miércoles, 30 de junio de 2010

Amigos

En uno de mis múltiples momentos de reflexión y filosofía me puse a pensar en cuántos amigos tengo. La cuenta empezó con mi grupo de amigos más cercano, el cual con el paso de los años ha ido cayendo en número por diversas razones que tienen que ver con eso llamado crecer. Aunque algunos se casen, otros se vayan a buscar su sueño, otros hagan una maestría, o lo que sea, se supone que seguiremos siendo amigos... pero siempre he creído que la distancia acaba con cualquier vínculo y dudo estos casos sean la excepción, sólo quedará la historia para unirnos pero a veces no es suficiente.

Trás este domingo de reencuentro no planeado con algunos amigos y excompañeros de la secundaria me puse a pensar en ellos. A pesar de que nos decimos amigos es precisamente el pasado lo único que nos une (y el alcohol) ya que en general tomamos caminos distintos, tenemos personalidades distintas y objetivos distintos que estoy seguro no podrían convivir de manera cotidiana. Y como ejemplo pongo al grupo de amigos con el que solía salir a principio de este año y del cual me alejé por sentirme un ser extraño dentro de ese grupo.Fuera de ellos creo que no tengo más amigos, ni siquiera gente con la que me identifique un poco.

En la oficina aunque tengo un grupo de compañeros con los que salgo a comer, platico, bromeo y todo eso que se hace con los compañeros de la oficina, difícilmente puedo llamarlos amigos. Todos ellos superan los treinta, tienen relaciones estables (esposas o novia de muchos años), destinan sus quincenas para cosas muy distintas a las mías, y la lista podría seguir por buen rato pero ya demostré mi punto. Creo que a eso se refería Benedetti cuando publicó lo siguiente en "La tregua":

"En las oficinas no hay amigos, hay tipos que se ven todos los días, que rabian juntos o separados, hacen chistes y se los festejan, que se intercambian sus quejas y se transmiten sus rencores, que murmuran del directorio en general y adulan a cada director en particular. Esto se llama convivencia, pero sólo por espejismo, la convivencia puede llegar a parecerse a la amistad."

Desde hace mucho he pensado en como mi padre parece no tener amigos, es decir, no tiene con quien platicar de sus cosas que no pertenezca a su familia. No es como nosotros, mi hermano y yo, que salimos a ver los partidos de la selección con alguien, vamos a ver a nuestros amigos aunque vayan en otras escuelas/trabajos, tomamos unos tragos con alguien regularmente. No, el nunca sale de la casa si no es a casa de alguno de sus ya pocos hermanos, ve el futbol solo y ha llegado al punto de tomarse una o dos cubas el fin de semana mientras no hace nada supongo que para cubrir su necesidad de alcohol. Eso me ha puesto a pensar si son el tiempo y la distancia los dos factores que acaban con las amistades o si mi papá simplemente es un antipático que no tiene amigos. Le he preguntado a un par de amigos si sus papás tienen amigos, regularmente la respuesta está entre "no" y "pues así amigos no, rara vez sale a ver a sus disque amigos pero es una vez al año y regresa bien temprano" lo cual le da más fuerza a mi primer teoría.

Todo esto me hace pensar que es normal irse quedando sin amigos, algo inevitable como lo es envejecer o que te crezca el cabello (si es que aún lo conservas). ¿Cuál será la edad donde te quedas completamente sin amigos? Cuando llegue a ella les aviso.

lunes, 28 de junio de 2010

San Lunes

Crudear en la oficina nunca es buena idea pero me lo merezco por haber pensado que embriagarme en domingo si lo era.

domingo, 20 de junio de 2010

Buenos deseos

Ayer escuche los mejores deseos que alguien puede tener para un nuevo matrimonio cuando el padre dijo lo siguiente para terminar su sermón en la boda de una prima:
"Que encuentren en la familia apoyo, en los amigos consuelo y en la bebida la respuesta..."

Eso, señoras y señores, es desear que le vaya bien a alguien.

sábado, 19 de junio de 2010

Sueldos

Debido a un error de la nueva chica de recursos humano a quien le encargaron enviarme la información de cada mes llegó a mis manos un archivo con los montos de nómina de toda la empresa. Recursos humanos tiene la instrucción de únicamente enviarme la información de una sóla celda y no todo el archivo para evitar que me entere de los sueldos de cada empleado en particular. Adivinen que hice cuando noté que el correo con la información traía un attachment. Efectivamente, lo abrí.

Lo primero que hice fue ver cuánto ganan los jefes y me sorprendí de lo mucho que se puede ganar en un negocio como éste cuando se es amigo del dueño. Lo segundo que hice fue buscar los sueldos de mis conocidos y me sorprendí aún más pero esta vez fue por lo bajo de los sueldos.

Me llamó mucho la atención el caso de un compañero que, según el archivo, tiene 11 años trabajando para la empresa. Este sujeto es de los que se dedica a hacer su trabajo, no se mete con nadie, llega temprano y se queda de ser necesario, tiene un hijo y vive bastante lejos. Les doy todos sus antecedentes puesto que no entiendo cómo es que le alcanza para mantener a su familia con un sueldo que es 2/3 del mío, yo soy soltero y hay meses donde no entiendo por qué no llegué a la quincena. Es obvio que su esposa también trabaja si no la cuentas no saldrían pero mis dudas no se quedan ahí, van más en el sentido de cómo puedes pasar 11 años de tu vida en el mismo empleo y con el mismo nivel de sueldo sin frustrarte.

En unos días cumplo 7 meses en mi actual empleo y siento que me he estancado de una manera considerable. No estoy aprendiendo nada nuevo aunque ayer me asignaron un nuevo proyecto que me hará ir a trabajar el día de hoy a pesar de ser sábado pero puede que valga la pena. Volviendo al punto, estoy comenzando a desesperarme porque el puesto en el que estoy carece de responsabilidades que me mantengan ocupado lo cual considero una pérdida de tiempo porque no voy para ningún lado y si algo tengo claro es que no me quiero quedar aquí por lo que me queda de vida.

De este asunto me llevo dos cosas a reflexionar:

1. Debo mejorar la administración de mis recursos, lo cual tampoco depende 100% de mi porque luego ando apagando fuegos en mi casa.
1.1 Debo mejorar la administración de los recursos de la casa (los que se puedan)
2. Debo pensar seríamente que quiero de este lugar porque donde me apendeje el tiempo me va a comer y cuando me de cuenta habrán pasado 11 años...

martes, 15 de junio de 2010

Ignorante

Cada que reviso el correo de vacantes que me envía la bolsa de trabajo de la universidad me siento un completo ignorante. Al leer los detalles de los puestos con nombres y/o sueldos atractivos termino diciéndome "no cumplo el perfil" en casi todos los casos y no hablo sólo de aquellos donde piden muchos años en un puesto similar, también me refiero a aquellos del mismo nivel de responsabilidad que el trabajo que actualmente cubro.

Desde que todavía estudiaba me siento de esta forma. Mucha veces llegué al fin del semestre pensando que no sabía nada de lo que supuestamente aprendí en ese periodo. Incluso ahora que tengo un título que supuestamente avala mis conocimientos siento que no se absolutamente nada de lo que debería.

La solución podría ser en estudiar el siguiente grado, cosa a lo que aún me niego porque estudiar no es de las actividades que más disfrute. Estudiar un idioma no cuenta puesto que eso lo puedo dejar cuando quiera sin sentir que perdí algo más que mi tiempo por lo que entra en la categoría de pasatiempos.

Todo este análisis surgió de pensar en si estaré capacitado para un puesto donde las cosas sean algo más que sumar y restar, que es lo que técnicamente hago y eso que no soy contador.

martes, 8 de junio de 2010

Qué nos deparará...

Si todo sale bien y se dan las condiciones adecuadas puede que éste, su blog quejiche de confianza, cambie de sede en menos de lo que éste, el humilde autor de su blog quejiche de confianza, imaginó.

Que bueno porque ya comienzo a morir por dentro de tanto aburrimiento.

miércoles, 2 de junio de 2010

¿Cómo para qué?

Debido a una serie de apagones que han dejado a mi colonia en la obscuridad a partir de las ocho de la noche todos los días desde el sábado pasado he tenido la oportunidad de platicar con los otros miembros de mi familia en diferentes sesiones. El sábado le tocó a mis padres, el domingo fue el turno de mi hermano.

Mi nunca bien ponderado hermano y yo no somos muy parecidos en cuanto a forma de ser; físicamente tampoco creemos parecernos tantos a pesar de las personas que creen que en verdad somos gemelos (a los cuales les recomiendo comprar lentes). Nuestras diferencias en cuanto actitud son más evidentes cuando se trata de cómo abordamos los distintos asuntos de la vida: el ya se fue de la casa dos veces, yo jamás me he ausentado más de un puente... con esto pueden darse una idea. Por lo anterior me sorprendió que lo que me dijo el domingo mientras platicábamos de temas como mujeres, familia, el presente, el futuro, etc. fuera tan cercano a muchos de mis pensamientos.

Hablando de mujeres su comentario fue que no entendía para que andar con alguien sobretodo cuando hay más cosas buenas que malas. Tampoco le ve sentido a formar una familia, tener hijos y vivir todos juntos si esto implica tener que aguantar cosas que no quieres aguantar como lo es tener una esposa que de todo se queja (no se de dónde pudo tomar esa idea...). Del futuro habló mucho pero me quedó grabado el hecho de que le da hueva pensar en trabajar un chingo para volverse millonario sin poder disfrutar del dinero, llevarse una chinga para tener el dinero en el banco no tiene ninguna gracia para él. Cerró su argumento con la frase ¿Cómo para qué?

Esa pregunta me recuerda mis primeros años universitarios, donde la maestra de mercadotecnia, una mujer que le tiraba a los cuarenta pero que tenía mejor físico que todas las veinteañeras del salón y era más fresa que todas ellas juntas, solía usar mucho dicha frase durante sus explicaciones - fin del recuerdo -

... ¿Cómo para qué?...

No he podido dejar de pensar en eso. No puedo recordar con certeza si fue mi hermano quien dijo ¿Cómo para qué si al final todo se lo va a llevar la chingada? o fue mi mente la autora de esto. Bueno, al final no importa quien lo dijo sino el parecido que esto tiene con cualquier cosa que yo haya pensado. A pesar de haber sido criados bajo condiciones sociales muy parecidas nunca había sentido que ese wey y yo tuvieramos mucho en común en cuanto a la forma de ver la vida, ahora descubro que la diferencia no está en la forma de verla sino en la forma de enfrentarla.

Dentro de las cosas que me dijo fue el hecho de que me tomo todo demasiado en serio, yo alegaba que alguien tenía que hacerlo ya que él no lo hacía. Demostré su punto. Tal vez sea hora de copiar un poco su modelo y dejar que las cosas fluyan, citándolo, es hora de "dejar que la marea me lleve" y "adaptarme a lo que me toca". De este modo uno sufre menos y disfruta más, según su experiencia. ¿Cómo para que preocuparme si al final todo se lo va a llevar la chingada?