martes, 19 de junio de 2012

Tiempo pasado XIV: Fanática

Calculo que este tiempo pasado de situa entre los años de 1997 y 2001, cuando me encontraba terminando la primaria y entrando a la secundaria. En ese entonces había una niña que quería ser mi novia a como diera lugar. Se llama Erika y nunca fue de mi interés, primero porque en ese entonces el tema de las mujeres para mi era algo sin importancia y segundo porque la susodicha no era de mi agrado en ningún sentido.

Erika estaba decidida a andar conmigo, al grado de que en esos años intentó de todo. Empezó acosándome en mi casa después de la escuela y llegó al grado de querer comprar a mi hermano y a mi mamá con regalos en sus respectivos cumpleaños y detalles que hicieron que mi madre me llegara a preguntar por qué no le hacía caso a la, en ese entonces apodada "cara de torta". Lo sé, eramos niños muy creativos.

Pasados algunos meses Erika consiguió el teléfono de mi casa, no sé quién me habrá hecho el favor de pasárselo pero ojalá y esa persona pague su crimen ya que gracias a ella todas las noches recibía una llamada para que me platicara cosas que no me interesaban y por más que intentaba no lograba mandarla al diablo sin herir sus sentimientos así que me aventaba una hora pegado al auricular.

Desesperado por tanto acoso y no encontrar una forma de terminar con esa situación, un día mientras estaba a media llamada, se me ocurrió utilizar un cassette (sí, cassette) donde un primo me había copiado el disco de Molotov. No me enorgullese lo que hice pero aclaro que estaba desesperado: puse el cassette y me puse a cantar el coro de una de las canciones que va más o menos así: "Perra arrabalera, perra arrabalera..." Evidentemente no lo tomó muy bien, pero no es mi culpa que lo haya tomado personal, yo sólo estaba cantando.

A partir de ese momento se terminaron las llamadas y todo el contacto. Bueno, al menos por algún tiempo ya que cuando entramos a la secundaria la puberta retomó su trauma e intentó acosarme nuevamente obteniendo la misma negativa de mi parte. En la secundaria conocimos más gente y ella decidió obsecionarse con otro y se portaba cortante conmigo. Victoria para mi.

Toda esta historia me vino a la mente porque hace un tiempo Erika me agregó al FB. Al leer su nombre dije "qué hueva" y estuve a punto de rechazar la solicitud pero noté algo raro en la foto y decidó observar con más atención. Era la foto como de una mujer y su vestido de novia frente al altar tomada desde atrás. Acepté la invitación y descubrí en las siguientes fotos que la novia era ella y que se había casado pocos días atrás. La mujer no ha superado el trauma y me agregó para que viera que se había casado, supongo que pensando que me importaría. Tan inocente ella.

Hoy, pendejeando en mi FB me encontré con que está embarazada, al parecer de varios meses y ver sus fotos gorda al lado de su marido, un sujeto que se ve bastante más grande que ella y mucho muy feo, me hizo recordar que en algún momento de su vida quiso conmigo y terminó uniendo su vida al citado sujeto. Qué feo debe ser quererme y no poder tenerme, me cae.

domingo, 17 de junio de 2012

Clavado

Bien lo dice Violet cada que puede: soy un clavado. Está en mi naturaleza, no me gusta pero así es y lo hago sin darme cuenta. Estoy por cumplir dos meses con A. y me sorprende la idea que tiene de mi en tan poco tiempo y ahí voy a clavarme en eso.

En el transcurso de esta semana, en esas pláticas en las que el tema va cambiando de acuerdo a lo que va saliendo, terminé preguntándole qué era lo que esperaba de salir con un sujeto más joven y específicamente qué esperaba de mi. Tras dudar un poco su respuesta dijo "No te va a gustar la respuesta" a lo que contesté "¿No me va a gustar porque la respuesta es nada?" Se limitó a sonreir.

Ese día llegué a casa medio malviajado. ¿Cómo es que no espera nada? Incluso un sujeto como yo espera algo, y eso que espero muy poco. Sumé esa respuesta a otras cosas que me ha dicho y mi cerebro comenzó a darle vueltas a ideas que no me llevarían a nada, como siempre. Me fui a dormir con el mal sabor que un malviaje siempre deja.

Pero aquí viene lo raro ya que desperté con el problema resuelto. Por primera vez me di cuenta de que el problema no era mío sino de ella. No sé qué la motive a estar conmigo pero eso no debe ser de mi interés ya que al final de cuentas yo estoy obteniendo lo que quiero: algo para apagar mi cerebro.

Suena mal, y no hay modo de que no sea así, pero la realidad es que decidí entrar en una relación con A. porque me tranquiliza y aunque la quiero veo complicado que logre enamorarme. Todo este malviaje se debió a que según yo he estado tratando de hacer las cosas "bien", ya saben, portarme decente con ella y quererla como una persona normal y a pesar de todo parece que mis esfuerzos son poca cosa. Ya me lo decía un viejo amigo el otro día cuando me hizo notar que no entendía el por qué intentaba engañarme portándome bien y queriendo ser normal cuando todos sabemos que eventualmente seré un culero y echaré a perder todo.

Así que en lugar de estarme cortando las venas con una galleta decidí que me debe valer madres si A. está conmigo por alguna razón en particular. ¿Por qué? Pues porque simplemente no puedo controlar lo que ella ya se programó y andar sufriendo por culpa de otros no está chido, hay que sufrir por uno mismo. Y tan bien me está funcionando este asunto que ahora que vi a mis amigos varios coincidieron en que me veo feliz, háganme el favor.