domingo, 29 de abril de 2012

Solamente uno

El haber estado alejado de mi blog por tres semanas tiene que ver con el hecho de que he estado alejado de Janus más que nunca. Desde que empecé a salir con A. el yo que soy ante los ojos de todo el mundo ha sido el que domine la situación, contrario a ocasiones anteriores donde a pesar de todo el esfuerzo Janus siempre terminaba imponiéndose y haciéndome tomar decisiones precipitadas.

Hablo de Janus como si no fuera yo pero tengo muy claro que somos uno, que en realidad no hay dos (o más) personas sino sólo se trata de un simple manejo situacional pero es más fácil explicarlo como si se tratarán de entes distintos que viven en un mismo cuerpo.

He alejado a Janus usando a A. como escudo, intentando ponerle atención y no ser el egoista que acostumbro ser según lo expresado por casi extinto grupo de amigos, quienes al parecer me tienen en peor concepto de lo que pensaba. De repente Janus entra en acción y con él las ganas de mandar todo al diablo: trabajo, familia, A., vida; pero me calmo y continuo como si nada, escondiéndome en la fachada del sujeto burlón y gruñón que la gente cree conocer.

Mantener alejado a Janus afecta seriamente mi capacidad de escribir. Tiene rato que no logro hilar ideas correctamente, como podrán notar en este texto, y a veces ni ganas de intentarlo. Lo mismo me pasa con la lectura, por eso he estado alejado de los blogs y comics que frecuento, lo cual me molesta bastante pero entiendo que todo tiene un precio y la calma creo que lo vale.


domingo, 8 de abril de 2012

Diferencia


Para mi la diferencia de edad no es un problema aunque regularmente soy yo el más grande debido a mi atracción por mujeres más chicas, o que al menos lo parezcan. En esta ocasión me toca estar del otro lado, cosa que jamás imaginé porque de entrada las mujeres mayores no me parecían atractivas hace 2 o más años. Lo que me ha quedado claro es que uno va refinando gustos conforme crece y el abanico de opciones se abre, ahora me gustan menores y algunas mayores.

A. está acostumbrada con salir con sujetos más grandes por lo que tiene ciertos problemas mentales con esta situación. Ayer, mientras caminábamos después de comer, soltó el comentario "deberías estar saliendo con chavas de tu edad". Como buen kamikaze que soy decidí indagar más y descubrí que se trata de uno de esos problemas que las mujeres se crean nomás porque sí ya que no tiene ningún argumento lógico para creer que "esto" está "mal".

Para cerrar la discusión usé una frase contundente que quiero compartir en este espació: "Algo que se siente bien no puede estar mal... dijo un pederasta." Debatan.

sábado, 7 de abril de 2012

drei-und-dreißig

Pues parece ser que después de aproximadamente dos años sin salir con alguien, oficialmente ya lo estoy haciendo de nuevo aunque en esta ocasión la inicial de la susodicha no es M. sino A. Tras la ida al cine el sábado, donde me sentí menos incómodo de lo que esperaba probablemente porque me estuve riendo de varias cosas, siguieron comer con ella el martes, ir por un café a Coyoacán el jueves y hoy a ver qué se nos ocurre.

Me resultan graciosas las coincidencias de la vida, como las que se dieron el jueves mientras caminábamos en una de las atestadas calles de Coyoacán rumbo al sobrevaluadísimo café El Jarocho. En esa cuadra nos fuimos a encontrar de frente a L. y a mi exjefe. Me costó trabajo reconocerlos ya que casi nunca lo había visto a él sin portar un traje en la oficina pero en cuanto los reconocí no pude evitar soltar la carcajada. Ellos tampoco ocultaron su sorpresa de encontrarme por ahí acompañado. Confesaré que en cierto modo me dio gusto volverlos a ver comprobando que a más de dos años de toda esa historia ya se encuentra en el pasado. Los saludé a ambos, recibí una patada de ella como en los viejos tiempos y continuamos nuestros caminos.

Quince pasos más adelante, ya formados en el café, me encontré con la exmujer de un primo que me lleva 10 años. Debo hacer la anotación de que ella es de mi edad y en cierto modo eso fue lo que no funcionó entre ellos. Nos costó trabajo a ambos reconocernos, nos saludamos por compromiso y ella siguió caminando con quien supongo es su nueva pareja. Le conté a A. la historia "es la exesposa de mi primo, le llevaba casi diez años a ella, el muy asaltacunas...". De inmediato sentí su mirada de reproche por lo que corregí "pero bueno, quién soy yo para juzgarlo." dije buscando no haberla herido en uno de los lugares donde más les duele a las mujeres: la edad.

Y ahora la cosa es ver quién le da en la madre a esto, si ella con su dilema de no saber si quiere cambiar pañales o yo con mis ya clásicas pendejadas, aunque bueno, si ya terminé bailando con tal de anotar unos puntos con ella, que creo fueron decisivos para que decidiera salir conmigo, puedo controlarme un poco más.